Las grandes ciudades son las que más están sufriendo los problemas de la calidad del aire, la saturación de los espacios y la congestión del tráfico. Ramón García, Director General de CITET (Centro de Innovación para la Logística y el Transporte de Mercancías) y Maite Gilarranz, socia de PiperLab, resuelven estas cuestiones con el nuevo proyecto de microhubs en el que están trabajando y que pretenden lanzar en los próximos meses, junto con el Clúster “Innovación para la Distribución Sostenible de Mercancías” y el Ayuntamiento de Madrid.
Este proyecto se origina tras un cambio en las formas tradicionales de logística de última milla que consisten en la instalación de grandes almacenes fuera de la ciudad. Este sistema obliga a que grandes camiones y furgonetas tengan que acercar la mercancía al centro y no suele ser compatible con los objetivos de sostenibilidad que cada año son más exigentes.
La idea, por lo tanto, consiste en la instalación de microhubs —espacios de almacenamiento más limitados— dentro del núcleo de la ciudad, permitiendo formas de transporte más sostenibles y promoviendo la reducción del tráfico rodado.
“Lo que se pretende es un nuevo modelo de ciudad en el que la mercancía llegue de una forma colaborativa y sostenible”.
El proyecto está financiado por el Ministerio de Industria que invierte en Clústers de diferentes ámbitos de la economía. El Clúster de este proyecto es el del transporte, según explica Ramón.
“Las cantidades invertidas en clústers se han incrementado desde una inicial de 8 millones, a una de 28 millones para 2021 y una de casi 60 millones para el año que viene. El futuro es alentador para la innovación”, afirma.
El proyecto se divide en tres partes: un modelo operativo, otro tecnológico y otro de demanda. Es en este último donde entra en juego el análisis de datos. El modelo se basa en sistemas de Machine Learning y cuenta con datos abiertos gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Madrid —datos de movilidad y restricciones de zonas—, y datos obtenidos de compañías como SEUR y el Centro Español de Logística (CEL) que también participan en el proyecto.
El Big Data en este caso se emplea para establecer escenarios de simulación y crear modelos de optimización, ya que es necesario prever cuáles son las mejores ubicaciones para los microhubs con el objetivo de descongestionar la ciudad, explica.
“Si no queremos congestionar ciudades, necesitamos estas soluciones”.
Sin embargo, las restricciones y los cambios de políticas son precisamente una de las mayores barreras del proyecto. Cada año entran nuevas leyes con el objetivo de hacer más sostenibles las ciudades, tanto es así que se prevé que existan restricciones en todas las ciudades de más de 50 mil habitantes. Además, también hay que tener en cuenta los cambios en los hábitos de consumo que la pandemia ha acentuado.
“La pandemia ha provocado un modelo de venta más domiciliario, lo que ha saturado el reparto en las ciudades”.
El proyecto está aún a la espera de aceptarse, aunque las previsiones son favorables. Una vez se inicie, Ramón afirma que se espera que se pueda implantar dentro de dos o tres años.
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