Mònica Ferrer, asociada en Cuatrecasas, nos ha acompañado en la edición número 183 de Data is in the Air. Mònica pertenece al departamento de Privacidad e IT de la compañía. Como cada semana, han participado también Esther Morales, socia de PiperLab, y Pau Contreras, VP Solutions Engineering de Salesforce.
Uno de los servicios que ofrece Cuatrecasas es el asesoramiento a empresas que han iniciado procesos de digitalización y que tienen necesidades especiales en temas de privacidad. Estas compañías trabajan cada vez más con grandes cantidades de datos, lo que obliga a que cuenten con las herramientas suficientes para poder proporcionar un servicio seguro a sus clientes.
“Desde el comienzo de la pandemia a esta parte, se ha incrementado exponencialmente la digitalización de las empresas por todo el teletrabajo, y por lo tanto, también se ha incrementado la demanda en asesoramiento sobre la protección de los datos, especialmente de los datos de salud” , ha indicado Mónica.
Y es que son los datos de salud precisamente los que mayor protección requieren.
“Los datos que recogen las empresas no tienen siempre el mismo nivel de sensibilidad. Mientras que hay algunos de carácter más personal especialmente sensibles (como los datos étnicos, políticos, de salud o vida sexual), existen otros con menos comprometidos”.
Cuando estos datos (los especialmente sensibles) se ven afectados, se entiende que la reclamación que pondrá el cliente tendrá más posibilidades de progresar”, ha explicado Mònica sobre las ocasiones en las que los clientes se ven afectados por, por ejemplo, los ataques de ciberseguridad.
Los ciberataques
Por otro lado, no son solo las empresas privadas las que están más expuestas a ciberataques. También la Administración Pública.
El ciberataque que el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) sufrió el pasado marzo puso sobre la mesa el tema de la privacidad de los datos, así como de la seguridad con la que las compañías y los organismos cuentan:
“La administración durante la pandemia utilizó la digitalización como cualquier otra empresa, y, por lo tanto, su vulnerabilidad se incrementó”, ha contado Mònica.
Por su parte, Esther ha explicado algunas herramientas de privacidad que utilizan las empresas que manejan grandes cantidades de datos. Por ejemplo, la anonimización de los datos cuando estos se ceden a terceros:
“Nunca tenemos el nombre y el apellido. Los datos siempre son de la empresa y si se ceden a terceros para hacer un análisis, siempre están anonimizados. Además, siempre se pueden recuperar, hablamos del derecho al olvido”, ha contado Esther.
Puedes escuchar la entrevista entera aquí: