A día de hoy, la agricultura aporta un valor bruto de más de 100 mil millones de euros anuales a nuestra economía, lo que supone un 11% del PIB nacional 

Desde hace unos años se están recuperando los niveles de inversión interna en el sector (más de un 20% entre 2015 y 2020); siendo el sector en el que más ha crecido la inversión empresarial privada.  

También está creciendo la inversión interna en I+D. En 2020 ascendió esta partida a más de 845 millones de euros, un 13% que la media de los últimos 5 años 

Con estas cifras, no es de extrañar que cada vez se esté dando más importancia al sector agrícola en cuanto a transformación digital se refiere.  

Con este post, me gustaría hacer una reflexión sobre uno de los elementos que más condiciona al sector agrícola y que más se está viendo afectando por el cambio climático: el agua. El consumo de agua condiciona toda nuestra vida, nuestra cultura, nuestra alimentación y en definitiva a cada una de las sociedades (en un futuro habrá migraciones por la falta o existencia de agua). 

Se habla poco de la importancia de una buena gestión de este bien escaso, y en este post quiero compartir algunas ideas fundamentales que debemos tener en cuenta tanto las organizaciones como las personas a nivel individual con el fin de ser más eficientes y hacer un buen uso de su consumo.  

Cada vez es mayor el uso de las tecnologías y, especialmente, del análisis de datos para optimizar y mejorar la eficiencia del consumo del agua, tanto en la gestión de redes de agua potable para el consumo de la población, como en la mejora del mantenimiento de las redes de alcantarillado para reducir costes, así como en la capacidad de predecir el comportamiento y el consumo de agua entre la población. 

La base de todas estas posibles aplicaciones se encuentra en el IOT (ubicación de los sensores, frecuencia de riego, consumos individuales), y en los datos externos (meteorología, densidad de población, extensión de suelos para cultivo…), fuentes que nos proporcionan información crucial y que nos permitirá medir para una buena toma de decisiones, que nos ayude a su vez a reducir costes y energía empleada.  

La aplicación de la Inteligencia Artificial ayuda a pronosticar cambios en los patrones climáticos tomando como referencia las condiciones del suelo y del agua. Esto supone una gran oportunidad para poder predecir cómo será el clima en el futuro y poder así mitigar los efectos adversos del calentamiento global.  

Las innovaciones basadas en Inteligencia Artificial garantizan la creación de sistemas automatizados que ofrecen a los agricultores recopilar, procesar y analizar datos digitales sobre las regiones optimas para cultivar y mejorar su rendimiento

Por poner un ejemplo de aplicación de la IA, mencionar el uso que se está haciendo ya de los dispositivos móviles con GPS y la tecnología satelital. Aplicadas a la agricultura, como en el caso de la firma aeronáutica Airbus, estas innovaciones garantizan la creación de sistemas automatizados que ofrecen a los agricultores imágenes en varios espectros como el infrarrojo, con mayor calidad, frecuencia y resolución. Con ello, es posible recopilar, procesar y analizar datos digitales sobre las regiones optimas para cultivar, y mejorar su rendimiento 

Pero no solo esto, la IA también:  

  • Permite aumentar hasta en un 40% la producción de los cultivos gracias a las innovaciones en la maquinaria agrícola 
  • Mejora el uso de redes inteligentes 
  • Permite ahorrar costes 
  • Mejora la eficiencia energética

Pero como en cualquier proyecto tecnológico, todo depende de cuándo, cómo y por qué. Estas tres preguntas han de hacerse antes de comenzar cualquier inversión en un proyecto de datos. 

  • ¿Cuándo? En el momento idóneo para garantizar alguno de los objetivos. 
  • ¿Cómo? Usando la tecnología que mejor se adapte a nuestras necesidades.
  • ¿Por qué? Tenemos que ayudarnos de la inteligencia artificial para tomar decisiones, siempre buscando respuestas que nos ayuden a aportar soluciones.  

Las respuestas a estas preguntas serán clave para el inicio de nuestro proyecto de análisis de datos en el sector agrícola, lo que nos supondrá a ciencia cierta una mayor eficiencia y una gestión de nuestros recursos mucho más inteligente